Si no dispones de suficiente espacio para colocar focos a ambos lados del espejo, existe la alternativa de ubicar diferentes puntos de luz en la parte superior. Se puede colocar un aplique encima del espejo para lograr una buena luminosidad. Al iluminar el espejo es importante tener en cuenta la dirección de la luz.
Se debe evitar que a luz refleje directamente sobre él, ya que al tratarse de una superficie brillante producirá incómodos reflejos que pueden encandilar e impedir el desarrollo de las tareas diarias tan comunes como la de maquillarse o peinarse.
Se debe procurar también que a luz proveniente de la parte superior del espejo, no cree reflejos en otras superficies especialmente en la encimera o mesada.
Una alternativa es optar por focos empotrados del estilo de los halógenos, que conviene situar a unos cinco centímetros de distancia de la pared en la que esté colocado el espejo. Al optar por una u otra solución, se deben colocar siempre varios puntos de luz que permitan iluminar por igual toda la superficie del espejo.
Se debe evitar que a luz refleje directamente sobre él, ya que al tratarse de una superficie brillante producirá incómodos reflejos que pueden encandilar e impedir el desarrollo de las tareas diarias tan comunes como la de maquillarse o peinarse.
Se debe procurar también que a luz proveniente de la parte superior del espejo, no cree reflejos en otras superficies especialmente en la encimera o mesada.
Una alternativa es optar por focos empotrados del estilo de los halógenos, que conviene situar a unos cinco centímetros de distancia de la pared en la que esté colocado el espejo. Al optar por una u otra solución, se deben colocar siempre varios puntos de luz que permitan iluminar por igual toda la superficie del espejo.