miércoles, 18 de marzo de 2009

Paredes


Elegir un tono más claro
Lo ideal es siempre decidirse por un tono más claro del que a uno le gusta en la carta de color.
Las muestras de las pinturerías suele estar rodeadas por otros tonos, haciendo ver los colores un poco más claros. Si se escoger un color de menor intensidad siempre se estará a tiempo de rectificar aplicando una nueva capa de pintura más intensa.

Confiar en los profesionales
Se aconseja que los profesionales sean los encargados de mezclar la pintura ya que si el trabajo lo hace uno mismo corre el riesgo de cometer equivocaciones, si no se remueve bien la pintura o no se mide exactamente las proporciones el tono elegido puede variar. Un pintor profesional es capaz de asegurar la misma mezcla si se necesita más pintura o se quiere renovar el acabado de las paredes de un ambiente.

Exigir una muestra grande
Conviene pedir al pintor que realice muestras amplias, por ejemplo de un metro cuadrado, del color buscado. Lo ideal es que pinte tres o cuatro muestras de distintas intensidades y no decidir enseguida. El color definitivo no aparecerá hasta que la pintura esté completamente seca. Vale la pena esperar 24 horas y observar las muestras por separado. Entonces se estará en posición de decidir.

Observar las muestras a diferentes horas
Para no cometer equivocaciones, lo ideal es observar las muestras pintadas en la pared a diferentes horas del día. El efecto cromático va cambiando según la cantidad de luz natural y el color variara en su intensidad con la luz artificial. Muchas veces pasa que un color parece demasiado claro por el día y demasiado envolvente durante la noche, con la luz artificial.
Observar la muestra durante el mediodía u en la primera hora de la tarde ya que la luz no es la misma, el efecto óptico puede ser distinto.

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