Lo que hay que tener en cuenta al momento de elegir las características de una cocina es la calidez y la funcionalidad.
Cuando se trata de cocinas pequeñas resulta fundamental hacer hincapié en que sean luminosas. El color, los materiales y el diseño son los aliados.
Se aconseja usar colores claros, como el blanco, melaninas, termoformados, laqueados y superficies brillantes, que logran multiplicar la luz natural. Si del diseño se trata, los diseñadores optan por líneas horizontales y los modelos sin tiradores, que logran un estilo minimalista y moderno.
Se busca incluir artefactos panelables, como lavavajillas y heladeras, obteniendo así una lectura total del mueble. La combinación de colores como el blanco y el acero aligera los espacios y contribuye a la apariencia pura y neta, consiguiendo un efecto casi de laboratorio.
Casi todas las cocinas necesitan tener una buena iluminación artificial. Esta iluminación debe estar integrada al diseño del amoblamiento. Se suelen poner tubos fluorescentes debajo de las alacenas o cenefas a la vista y, en el caso de las islas, lámparas colgantes y dicroicas, para una iluminación puntual.
Si la cocina es amplia y luminosa, una buena opción es la madera oscura en sus distintas terminaciones de puerta. O se pueden combinar colores, utilizando los colores oscuros para los bajos mesadas y los claros para las alacenas. La combinación entre materiales fríos, como el acero y aluminio, y los materiales cálidos, como los enchapados en madera y el roble reconstituido, proporcionan un gran equilibrio para este tipo de cocinas.
Si en tu cocina tiene una isla como protagonistas, es evidente que los espacios son amplios, pero existen algunos trucos, como por ejemplo las islas con ruedas, que permiten la movilidad de la misma, en caso de necesitar ampliar el ambiente, así como también los bajo mesadas con ruedas
Cuando se trata de cocinas pequeñas resulta fundamental hacer hincapié en que sean luminosas. El color, los materiales y el diseño son los aliados.
Se aconseja usar colores claros, como el blanco, melaninas, termoformados, laqueados y superficies brillantes, que logran multiplicar la luz natural. Si del diseño se trata, los diseñadores optan por líneas horizontales y los modelos sin tiradores, que logran un estilo minimalista y moderno.
Se busca incluir artefactos panelables, como lavavajillas y heladeras, obteniendo así una lectura total del mueble. La combinación de colores como el blanco y el acero aligera los espacios y contribuye a la apariencia pura y neta, consiguiendo un efecto casi de laboratorio.
Casi todas las cocinas necesitan tener una buena iluminación artificial. Esta iluminación debe estar integrada al diseño del amoblamiento. Se suelen poner tubos fluorescentes debajo de las alacenas o cenefas a la vista y, en el caso de las islas, lámparas colgantes y dicroicas, para una iluminación puntual.
Si la cocina es amplia y luminosa, una buena opción es la madera oscura en sus distintas terminaciones de puerta. O se pueden combinar colores, utilizando los colores oscuros para los bajos mesadas y los claros para las alacenas. La combinación entre materiales fríos, como el acero y aluminio, y los materiales cálidos, como los enchapados en madera y el roble reconstituido, proporcionan un gran equilibrio para este tipo de cocinas.
Si en tu cocina tiene una isla como protagonistas, es evidente que los espacios son amplios, pero existen algunos trucos, como por ejemplo las islas con ruedas, que permiten la movilidad de la misma, en caso de necesitar ampliar el ambiente, así como también los bajo mesadas con ruedas
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